Tiempo de llantos furtivos.

A veces, cuando la vida me golpea, debo erigirme como un mástil fuerte, casi irrompible, una columna vertebral que sustenta todo cuanto ocurre a mi alrededor.
No es una decisión sencilla, ni mucho menos cómoda, pues resultaría infinitamente más sencillo abandonarme a la pena y al llanto, dejarme arrastrar por la apatía y el abatimiento, caer en los brazos del desconsuelo... pero no puedo, no quiero.
Puede que, ilusoriamente, dé una imagen de persona fuerte, que se crece ante las adversidades, capaz de remontar el vuelo, de correr a contra corriente, de vivir a marchas forzadas. Es todo mentira...
Cada pena o tristeza que me alcanza, ejerce el mismo efecto que mil hienas feroces devorando mi corazón, aturde mi alma, cala como una lluvia fría de enero en mi existencia.
No puedo permitirme ver a mis seres queridos venirse abajo, por eso me planto mi armadura, ajada y raída pese a su juventud.
Mi armadura me permite permanecer erguida cuando en realidad necesitaría dejar caer mis hombros al vacío, bajar la cabeza y aliarme con la desesperación.
Ella tapa mi rostro, asustado, temeroso, lleno de incertidumbre.
Esa misma armadura me permite seguir soportando cada día, uno tras otro, los golpes que van llegando a diestra y siniestra.
A veces, el peso de la armadura se hace harto insoportable, necesito deshacerme de ella. Es entonces cuando, al desprenderme de ella, siento que todo el dolor acumulado sube, como las burbujas del champán, hasta mi garganta y, justo en ese momento, parece que mi cabeza vaya a estallar en mil pedazos.
En ocasiones, la sensación es tan intensa, que siento como si, de pronto, pudiera coger todo ese dolor, masticarlo, y volvérmelo a tragar, en un intento desesperado de hacerlo desaparecer para siempre...
Las lágrimas furtivas son el único consuelo que me queda hasta que pase la tempestad y reine de nuevo la calma, porque creo firmemente que vendrá, llegará cuando menos lo espere. Será entonces tiempo de mirar atrás, ver todo lo que he pasado, sacudirme el polvo del camino, abrazar como siempre -y como nunca-, a los míos y seguir caminando juntos esta senda que es la vida.
Caminaré ofreciendo mi pecho y mi frente a la fortuna, pues en una mano llevo a los míos, y en la otra, agarrándolos firmemente, a aquellos que cada día se ganan mi respeto, mi admiración y todo mi amor incondicional. A aquellos que comparten mis lágrimas furtivas, que –aunque no literalmente- lloran conmigo.
A vosotros, aquí tenéis mi mano si en algún momento del camino la necesitáis. Apretadla fuerte, no os soltaré, jamás...

8 comentarios:

Mhalicia dijo...

Me has hecho llorar, solo espero que llegue el momento en el que recordemos juntas como te angustiaba la pena. Y sea solo eso un vano recuerdo gris. Un abrazo enorme pequeña

Esther dijo...

Ay! Por favor! Hay quien escribe canciones, quien pinta,... Y quien escribe para desahogarse, y espero que a tí te haya servido. Y sino, que sepas que siempre nos tendrás aquí, para todo! Para darte la mano en cualquier momento que estés apunto de caer, para que cada que vez que tu armadura flaquee nosotras te la reparemos, para llorar contigo si hace falta...
Ya lo sabes! Que te ganas a la gente enseguida, y que nos has ganado a nosotras.
Un beso graaaaaaaande y una sonrisa todavía más!

Tali RG dijo...

Gracias por vuestro apoyo amigas, ahora mismo os necesito más que nunca...

Roberto Muñoz dijo...

Creo que no hace falta decir mucho más, así que léeme el pensamiento, que sé que sabes ;).

Un beso no, El beso.

Yo :P

Anónimo dijo...

Gracias, significa mucho para mí vuestro apoyo, no sabéis cuánto.
Os quiero, a tí especialmente, ya tu sabeh mi negro, jajaja.
Abrazos.
Tali

Tali dijo...

;)

Llum Rovira Gil dijo...

Es sumamente hermoso... has conseguido que se me ponga la piel de gallina.
Apesar de no haber podido estrechar lazos contigo todo lo que quisiera. Quiero que sepas que con lo que me has demostrado basta para que mi mano este ahi cuando lo necesites. Te lo aseguro. No digo jamás estas cosas por decir. Estoy realmente.
Muchiisimos besos guapa! ^^

Tali dijo...

Gracias por tus palabras, ahí está mi mano.
Besos

Publicar un comentario

Datos personales

Seguidores

Archivo del blog